top of page
Buscar

"No soy tan buena”, así se siente el síndrome de la impostora

  • Diana Escalona
  • 13 mar
  • 4 Min. de lectura

Actualizado: 7 abr



El síndrome de la impostora se siente como si todos tus éxitos fueran cuestión de “suerte” y no porque tienes el talento, las aptitudes y la capacidad de llevar el liderazgo, de ocupar el lugar que mereces porque te lo has ganado.


Más de una mujer, sin importar su edad, ha sentido que no está lista para un mejor puesto, aunque tenga la preparación académica y profesional necesaria para dirigir a un equipo.


La sensación o pensar que “no eres lo suficientemente buena” para algo, ya sea en lo académico, profesional, deporte, o cualquier área, es tan común que en más de una ocasión he escuchado a amigas decirlo.


Así le ocurrió a Andrea cuando la ascendieron en su trabajo, en septiembre de 2021, después de tres años en los que demostró que podía y merecía un mejor puesto, pero cuando el día llegó lo que pensó fue: “no me merezco esto, no sé nada, mis conocimientos y experiencias no son valiosos y no son suficientes“.


En “El Síndrome de la Impostora: ¿por qué las mujeres siguen sin creer en ellas mismas?”, las autoras Élisabeth Cadoche y Anne de Montarlot, explican que nosotras somos más propensas a sentir y atravesar por esto, especialmente cuando debemos enfrentarnos a cambios importantes en nuestras vidas como un trabajo nuevo, una maestría o un doctorado, por mencionar algunos ejemplos.


“Para quienes tienen un sentimiento de impostura, las causas del éxito son sólo externas (…) pueden ser la suerte, la gentileza de los demás o sus errores de juicio. Nunca sus méritos propios”, precisan las autoras.


Aunque se nombre como un “síndrome”, no se trata de un trastorno mental, pero sí es una trampa y una lucha constante para quienes hemos atravesado por ello, donde la imagen, opinión y creencias que tenemos sobre nosotras mismas juegan un papel importante.


“En lugar de ser paciente y verte con amor, una empieza a creer que todo lo que hace es insuficiente, y entonces todo lo bueno que llega no te da alegría, sino miedo, terror de que todos se den cuenta de que eres una farsante, que no sabes”, reconoció Andrea.


El síndrome de la impostora es una combinación de autocrítica, dudar de uno mismo, más el miedo al fracaso. No es lo mismo tener falta de confianza en una misma a pasar por este “sentimiento”, ya que, en este último, aunque alcances tu objetivo, después de todo el esfuerzo, las horas extra de trabajo y hasta los desvelos, vas a dudar de tu éxito.


“Sí creo que es necesario siempre autoevaluarse, mirar hacia adentro, a detalle, para conocernos. Y saber reconocer cuando estamos haciendo algo mal, para poder mejorar. Sin embargo, llega un momento en que una puede, quizá sin querer, ser cruel con una misma al hacer esa autoevaluación”, contó.


Señales, identifícalas

La psicóloga y neurocientífica española, Mar Martínez Ricart, explica en su blog que hay tres señales o comportamientos que te permiten identificar si estás enfrentándote a esto.


Aclara que cuando ocurre es porque en ese momento nuestra autoestima está “distorsionada”, por lo que nuestras capacidades y talentos los vamos a percibir de manera negativa.


Quitar mérito a tus logros: ocurre cuando te felicitan o reconocen por tu trabajo, esfuerzo o logros, pero tu reacción inmediata es quitarle valor y pensar que cualquier otra persona lo podría haber hecho, incluso mejor que tú.

Miedo a que se den cuenta que “no eres tan buena”: te la pasas presionada por mostrar un buen rendimiento porque te da miedo que “descubran” que no sabes nada y que sólo finges que sí.

Cuestión de azar o suerte: cuando algo sale bien, pero no reconoces tu mérito o esfuerzo y se lo atribuyes a la suerte. ¿Por qué a mí?


A partir del contexto sociocultural en el que nos desarrollamos, Cadoche y De Montarlot advierten tres razones principales por las que hay tantas mujeradvierten tres razones principales por las que hay tantas mujeres que experimentan o se sienten “impostoras”.


-Presión constante: puede ser sobre tu rendimiento o imagen, donde la falta de confianza en una misma va a alimentar la incertidumbre que tienes sobre tus capacidades.


-Poca representación de mujeres en puestos de liderazgo: según el estudio “Mujeres en los negocios 2023: Los avances hacia la paridad” de Grant Thornton, en México sólo el 38% de los puestos directivos en empresas son ocupados por mujeres.


E-stereotipos de género: hay quienes aún piensan que a las mujeres no nos gusta negociar, que nos movemos por emociones, que somos menos inteligentes o que el éxito es para los hombres.


Vencer al enemigo

Para ganarle al síndrome de la impostora hay que empezar con reconocer nuestras capacidades y talento porque a todas se nos da bien hacer algo, no todo es cuestión de “suerte”.


Martínez Ricart también recomienda tomar los errores como una forma de aprendizaje y tratarte con cariño cuando te equivoques, piensa en aquello que le dirías a una amiga si estuviera en la misma situación.


Empieza a compartir y disfrutar tus éxitos con las personas que te rodean, hablarlo te genera plenitud y bienestar.



Diana Escalona


 
 
 

Comments


Ir a inicio

Suscríbete a nuestro newsletter

¡Gracias!

  • X
  • Instagram
  • TikTok
  • Facebook

© 2025 Agenda 8M

bottom of page