Avances tecnológicos amplifican riesgos de violencia digital, advierte Claudia Rincón

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El crecimiento acelerado de la inteligencia artificial y la facilidad para operar de forma anónima en redes configuran un escenario que incrementa la vulnerabilidad de mujeres y niñas en entornos digitales. Así lo señaló la experta en tecnología Claudia María Rincón Pérez, quien subrayó que la falta de regulación efectiva permite que agresores actúen sin restricciones y que las víctimas enfrenten consecuencias que trascienden la pantalla.

De acuerdo con datos de ONU Mujeres, menos del 40% de los países cuenta con leyes que aborden el acoso cibernético. Esta ausencia normativa deja sin protección a cerca de 1,800 millones de mujeres y niñas, lo que mantiene un entorno propicio para prácticas abusivas facilitadas por herramientas tecnológicas cada vez más sofisticadas.

Rincón Pérez explicó que los avances digitales redefinieron la forma de relacionarse y comunicarse, pero también abrieron rutas para agresiones que pueden escalar con rapidez. Recordó que, en el marco de los 16 Días de Activismo, ONU Mujeres reiteró que “lo que empieza en internet no se queda en internet”, al advertir que los ataques virtuales pueden trasladarse a la esfera cotidiana e incluso derivar en violencia física.

Las tecnologías basadas en IA, en particular los deepfakes, agravan el problema. Cifras globales indican que 95% del contenido manipulado corresponde a material pornográfico no consentido y que 99% de sus víctimas son mujeres. Para la especialista, estos patrones responden a sesgos presentes desde la etapa de diseño, donde la participación de mujeres ha sido históricamente limitada.

Los efectos de la violencia digital ya se reflejan en ámbitos personales, escolares y laborales. Reportes internacionales señalan que amenazas, campañas de hostigamiento y manipulación de imágenes provocan pérdida de empleo, rupturas familiares y afectaciones emocionales severas. En este escenario, Rincón Pérez considera indispensable actualizar marcos legales y fortalecer mecanismos de supervisión.

Algunos países han comenzado a modificar sus políticas. Entre ellos destacan el Reino Unido, con su Ley de Seguridad en Línea, y México, con la Ley Olimpia. Sin embargo, para 2025 los avances reportados por 117 naciones siguen siendo desiguales, lo que confirma la necesidad de regulaciones adaptadas a contextos específicos.

ONU Mujeres propone un enfoque integral que incluya mayor participación femenina en empresas tecnológicas, eliminación más ágil de contenido dañino y procesos de rendición de cuentas desde el diseño de sistemas de IA. También impulsa la alfabetización digital como herramienta de prevención.

En paralelo, del 25 de noviembre al 10 de diciembre se realizará la campaña #NoHayExcusa, centrada en promover medidas contra el abuso digital. Para Claudia María Rincón Pérez, el desafío consiste en construir tecnología que priorice la seguridad y entender la protección en línea como parte esencial del ejercicio pleno de derechos.